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Investigación Cualitativa

La combinación entre la Investigación Cualitativa y la Tecno-Antropología para conocer al Nuevo Consumidor/Usuario.

El constante reto de la investigación cualitativa es responder a las necesidades de los consumidores; sin embargo, en la actualidad tanto las herramientas digitales como los consumidores en sí, han evolucionado de manera importante convirtiéndose en muchos casos en “usuarios”.

El consumidor se ha transformado en un prosumidor (productor y consumidor) que opina, exige e incluso tiene la posibilidad de construir y aportar de manera constante y efectiva. En este sentido, el uso de internet y las redes sociales son herramientas que han tomado un rol muy útil para recibir y producir información relevante. 
Por ejemplo, en el caso particular de Twitter, los denominados Trending Topics, guían la conversación al informarnos día con día y en tiempo real, sobre los temas relevantes. Cada conversación es generada por un líder de opinión o un influencer que, apoyado por sus seguidores, quienes confían y creen en él, replican y por consecuencia amplifican su mensaje en la red.

Nuestra vida cotidiana ha sido influenciada de manera directa y constante por los distintos avances científicos y tecnológicos que han impactado de manera global la manera en la que realizamos nuestras actividades. Hoy en día, recibimos una enorme cantidad de información proveniente de distintas partes del mundo, esta comunicación global, sin duda ha transformado la manera en la que percibimos y entendemos nuestra realidad.

La realidad tangible y la realidad virtual se nutren y complementan una a la otra, utilizando y analizando la información recopilada en cada uno de los ámbitos para oriéntanos y no quedarnos “fuera”. Asimismo nos ayuda a entender lo que está ocurriendo en nuestro entorno y mantenernos actualizados de manera constante.

Una de las grandes ventajas en la actualidad es la obtención de datos de carácter cuantitativo a través del big data (un gran volumen de datos), la investigación cualitativa se enfoca en conocer a quienes están detrás del dato y busca humanizar a los usuarios. 
Las etnografías digitales nos muestran cómo se perciben las personas a sí mismas y cómo quieren ser vistas a través de las distintas fotografías, textos e imágenes que comparten. Las temáticas que abordan y las emociones que expresan (alegría, tristeza, enojo, etc.) las personas con las que conviven (pareja, amigos, familiares o desconocidos) nos otorgan información relevante, que tienen como objetivo lograr conocerlas a un nivel más profundo.

Desde el punto de vista de investigación de mercados, el conocimiento de los usos y hábitos de las personas sobre las herramientas y el mundo digital nos refleja nuevos estilos de vida y, sobre todo, nuevas maneras en la que se consumen los productos y servicios. El e-commerce, el uso de sitios web y de apps para “simplificarnos la vida” han generado nuevas formas de evaluar productos y servicios.

El usuario/consumidor de hoy es un hombre light, que busca reducir el gasto tanto de dinero como del tiempo invertido. ¿Para qué acudir a una sucursal y hacer la fila físicamente, cuando se puede realizar una transferencia bancaria con 3 clicks a través de una app?

La tecno-antropología
Desde la perspectiva académica, la tecno-antropología propone evaluar tres distintos enfoques: la experiencia del usuario (UX), la interacción hombre-máquina y la innovación tecnológica enfocada al diseño industrial. “Hablamos no solo de evaluar productos, servicios o experiencias, sino de entender el enlace entre la tecnología, la cultura y la sociedad.” (Matus, Colobrans y Sierra, 2018).

La tecno-antropología complementa el uso de la etnografía, las entrevistas y las sesiones de grupo como fuentes de información, pues para evaluar el entorno digital y entenderlo es necesario estudiarlo dentro de sí mismo sumando herramientas nuevas a las técnicas ya existentes como son: el social listening, los foros y entrevistas en línea, las comunidades y foros virtuales, entre otras.

En este sentido, la tecno-antropología, además de recabar datos, analizarlos e interpretarlos, genera herramientas para producirlos y “darle voz” al sujeto de estudio, porque tal y como lo comentamos anteriormente, el participante en su rol de prosumidor, también es un crea contenido. 
Se trata de integrar toda la información disponible y posible para hacer a los consumidores parte activa en la creación de productos de consumo y distintos servicios.

El uso de la tecno-antropología, nos brinda la oportunidad de descubrir nuevas tendencias y de nuevas formas de hacer las cosas, buscando actualizar la idea del antropólogo convencional y ser considerado como “una persona que se aventura a interactuar con productos, servicios y experiencias para rescatar de ello nuevas innovaciones”.

El antropólogo dentro de sus cualidades, es extremadamente eficiente redimensionando un problema en una forma nueva, humanizando el método científico para aplicarlo a la vida diaria, tal y como se sostiene en el libro de IDEO, The Ten Faces of The Innovation. (Kelley, Tom, 2008).


La creación y desarrollo de apps, sitios web, plataformas digitales, entre otros requieren de herramientas y metodologías ad-hoc que acompañen al producto en sus distintas etapas con el fin cumplir con sus objetivos de forma eficaz. Vivimos en un mundo que cambia cada vez más rápido y como investigadores es nuestro deber aprovechar los distintos avances tecnológicos, con el fin de buscando la manera de comprender la transformación de los consumidores y sus necesidades.



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